El tratamiento térmico de
endurecimiento por precipitación pretende aumentar la resistencia y dureza de
aleación mediante la formación de precipitados finos a partir de una solución
sólida (Smith 2006). El cambio de las propiedades mecánicas se debe
generalmente a cambios de fases que se evidencian en la formación de
precipitados; pero nunca involucran el cambio en la composición química del
material (ASM 1991).
Este tratamiento térmico
consiste en tres etapas, como se ilustra en la primera etapa, conocida como
solubilización, se realiza un calentamiento para producir una solución sólida
homogénea que contenga la máxima cantidad práctica de elementos solubles
endurecedores en la aleación.
La segunda etapa, llamada
templado, es un enfriamiento rápido de la aleación para preservar una solución
sólida sobresaturada que retenga los átomos de soluto y mantenga un cierto
número de vacantes en la red cristalina que favorezcan el proceso de difusión
durante el envejecimiento (ASM 1991).
Finalmente, la etapa de
envejecimiento consiste en un proceso difusivo activado a una temperatura
determinada, en que los átomos de soluto difunden formando precipitados
endurecedores. Cuando el proceso de precipitación se realiza a temperatura ambiente
se denomina envejecimiento natural, y cuando se emplea una temperatura superior
a la del ambiente, pero inferior a la de solubilización sólida, se conoce como
envejecimiento artificial. De acuerdo a Cuniberti y et al (2006): “Dado que el
envejecimiento natural es inevitable en los procesos industriales, resulta de
interés determinar su influencia en las propiedades finales del material”. Como
requisito básico, una aleación endurecible por precipitación debe presentar en
su diagrama de fases una línea de solubilidad sólida directamente proporcional
con la temperatura. Aunque la mayoría de sistemas binarios de aleaciones de aluminio
presentan dicha curva, sólo algunos presentan un aumento significativo en la
dureza y resistencia por la formación de precipitados, entre ellos los sistemas
de Aluminio-Cobre (serie 2xxx), Aluminio-Magnesio-Silicio (serie 6xxxx) y
Aluminio-Zinc-Magnesio (serie 7xxxx) (ASM 1991).
Metales tratados por la precipitación:
Los metales que a menudo
se tratan por precipitación o endurecimiento por edad incluyen:
Aluminio: el elemento
químico del número atómico 13, no se oxida ni magnetiza.
Magnesio: regula las
reacciones bioquímicas en el cuerpo humano.
Níquel: el elemento
químico del número atómico 28, el níquel, se puede utilizar en todo, desde la
preparación de alimentos hasta la construcción de edificios elevados y las
infraestructuras de transporte.
Titanio: es un metal de la
serie de transición y se encuentra a menudo en aleaciones. Tiene un elemento
químico de número atómico 22.
Aceros inoxidables: los
aceros inoxidables son aleaciones de hierro y cromo que son resistentes a la
corrosión.
Otras aleaciones endurecidas por los tratamientos de precipitación
incluyen:
Aleaciones de aluminio y
cobre
Aleaciones de cobre y
berilio
Aleaciones de cobre y
estaño
Aleaciones de magnesio y
aluminio
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